El intestino es algo más que un órgano dedicado a la digestión: es un ecosistema dinámico y complejo, poblado por billones de microorganismos que forman la microbiota intestinal.
Su equilibrio es fundamental no sólo para garantizar una función digestiva adecuada, sino también para la salud de todo el organismo.
El estrés crónico, las terapias farmacológicas (en particular los antibióticos), una dieta desequilibrada, los viajes y la contaminación pueden comprometer la composición de la microbiota, dando lugar a estados de disbiosis.
Esta alteración puede manifestarse en forma de molestias como hinchazón e irregularidades en el tránsito, una mayor vulnerabilidad a las infecciones o una sensación general de malestar.
Nuestras fórmulas están diseñadas para restablecer el equilibrio de la flora intestinal fomentando el crecimiento de bacterias beneficiosas y contrarrestando las potencialmente perjudiciales.
